Señores del jurado ¿Es acaso mi culpa que algunos de mis súbditos sean traidores? Todo inicio cuando una niña asilvestrada allanó mi jardín y participó en un acto vandálico, donde tres de mis jardineros tuvieron la desfachatez de plantar un árbol de rosas blancas y pintarlo de rojo para engañarme. Como soy una alma caritativa perdoné las ofensas de la niña. Sí, es cierto que condene al dos, al cinco y al siete de picas; pero era lo justo por insubordinación, incitación al delito y formar parte del movimiento en contra de mi persona, este último es liderado por la duquesa. Continuando con los sucesos que me imputan, en el juego de croquet, varios seguidores de la duquesa se hicieron pasar por jugadores y les envié a prisión por traición. Unas horas después, la sota de corazones robó mis tartas. Como soy una persona justa lo llevé a juicio. El primer testigo fue el sombrerero loco, este resultó ser poco juicioso y se sospecha que es parte de un movimiento revolucionario; logró escapar y está en la lista de caza y captura del reino por actividades ilícitas, su participación en el mercado negro del té y de sombreros. Luego el ratón lirón interrumpió a la siguiente testigo, dando chance a que esta escapara. El ratón será juzgado por este acto premeditado. Para rematar la susodicha niña creció más alta que una milla, violando la nueva ley del rey, pero es que además se atrevió a poner en duda mi juicio, la evidencia y la culpabilidad del sospechoso. Cuando ordené su captura, me atacó a mi y a mis soldados, lo que es un acto de desacato a la autoridad, de agresión y un atentado en contra de todo el reino. Estamos esperando que vuelva para que le corten su cabeza... Como ven no soy culpable de los cargos que se me imputan, solo soy una monarca tratando de hacer valer la ley y la justicia en mi reino.